Siempre me reservo algún libro para leer en la playa. A esta altura del año arranco con unos cuantos que esperan su turno en el estante de la biblioteca.
El Profesor es un libro que si bien cuenta la viscitudes de Frank McCourt en las aulas de escuelas secundaria públicas de EEUU, todo puede ser aplicable a nuestro contexto. La reflexión que hace sobre la falta de preparación del docente sobre cómo enfrentar a un grupo de adolescentes con las problemáticas actuales, sigue siendo una asignatura pendiente para todo aquel que sale de un instituto de formación docente y se para frente al aula esperando que los chicos le presten amablemente su atención. Nadie le advierte que además de enseñar va a ser referí de peleas, psicólogo, sociólogo, y tantas cosas más que se espera que el docente porte, eso si todo por un mísmo salario.
Todo sus capítulos son entretenidos; desde los retazos de su vida en Limerik, Irlanda hasta sus experiencias de aula, encontrando nuevas formas de enseñar en sus curso de Escritura Creativa (a través de las cartas de disculpa, las recetas de cocina, etc).
Me parece extremadamente rico cuando comparte con el lector sus procesos de pensamiento referente a su propia carrera docente, lo que espera de sus estudiantes y lo que cree él que esperan del profesor. Es verdad que con los años uno aprende de cada grupo, y que cada uno de ellos es "especial" y que cada inicio de ciclo el pensamiento del docente es cómo llegar a ellos y que sientan que lo que uno intenta enseñarles puedan apropiárselo y les sea útil en su vida.
El Profesor es un libro que si bien cuenta la viscitudes de Frank McCourt en las aulas de escuelas secundaria públicas de EEUU, todo puede ser aplicable a nuestro contexto. La reflexión que hace sobre la falta de preparación del docente sobre cómo enfrentar a un grupo de adolescentes con las problemáticas actuales, sigue siendo una asignatura pendiente para todo aquel que sale de un instituto de formación docente y se para frente al aula esperando que los chicos le presten amablemente su atención. Nadie le advierte que además de enseñar va a ser referí de peleas, psicólogo, sociólogo, y tantas cosas más que se espera que el docente porte, eso si todo por un mísmo salario.
Todo sus capítulos son entretenidos; desde los retazos de su vida en Limerik, Irlanda hasta sus experiencias de aula, encontrando nuevas formas de enseñar en sus curso de Escritura Creativa (a través de las cartas de disculpa, las recetas de cocina, etc).
Me parece extremadamente rico cuando comparte con el lector sus procesos de pensamiento referente a su propia carrera docente, lo que espera de sus estudiantes y lo que cree él que esperan del profesor. Es verdad que con los años uno aprende de cada grupo, y que cada uno de ellos es "especial" y que cada inicio de ciclo el pensamiento del docente es cómo llegar a ellos y que sientan que lo que uno intenta enseñarles puedan apropiárselo y les sea útil en su vida.
Casi al final le da un consejo a una profesora novata: "Busca lo que amas y hazlo".
Imperdible!!!!! desde el inicio al final!
Ahora comencé a leer "Tatuados por los medios. Dilemas de la Educación en la Era Digital", de Silvia Bacher. Otro dia lo comento
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